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La certificación ISO 9001 es LA norma imprescindible, con más de 1,2 millones* de certificados activos en todo el mundo a finales de 2022. Esta cifra sigue creciendo cada año, pero la certificación plantea interrogantes, sobre todo en Francia:

¿Sigue siendo pertinente y actual?

Y, sobre todo, ¿es útil?

¡Averigüémoslo!

En primer lugar, la certificación ISO 9001 es, en la mayoría de los sectores, un proceso voluntario. Puede implantarse en todo tipo y tamaño de organizaciones (empresas, asociaciones, cooperativas, empresas de nueva creación, etc.) y en todos los sectores.

La norma ISO 9001 proporciona un marco general para establecer un sistema de gestión de la calidad.

Centraliza los requisitos, cuyo principal objetivo es satisfacer las exigencias de los clientes. También permite implantar sistemas de control y mejora de los productos y servicios.

Entre los argumentos tradicionales que se esgrimen para implantar un enfoque de calidad basado en la norma ISO 9001 figuran la ventaja competitiva, las oportunidades de mejora, la confianza y la satisfacción del cliente.

Además de estas ventajas, el enfoque de calidad ofrece otros beneficios:

  • Es un verdadero proyecto de empresa, que reúne y moviliza a las personas: todos los empleados están unidos en torno a un mismo proyecto y son llamados a participar.
  • Este enfoque es también una verdadera oportunidad para identificar la estrategia de rendimiento de la organización, mediante la identificación de objetivos y la definición de indicadores de medición adecuados en función de la madurez de la empresa.
  • La anticipación debe estar en el corazón de la organización. Al enfocar los requisitos como herramientas y no como limitaciones, el uso de la evaluación de riesgos y oportunidades y la retroalimentación se convierte en algo esencial. Esto no sólo permite anticiparse a los acontecimientos futuros, sino que también garantiza el futuro a largo plazo de la empresa.

Nuestro consejo para que su planteamiento sea eficaz a largo plazo es el siguiente:

– Los beneficios de la certificación hay que ganárselos. La inversión de la dirección y de todos los agentes de la empresa es esencial.

– A la hora de establecer el sistema, utilizar el lenguaje de la empresa y pensar en términos de «usuarios» les ayudará a hacer suyo el sistema.

– Adoptar un enfoque participativo es la forma ideal de beneficiarse de la experiencia de todos los empleados designando expertos en función de las actividades de la empresa.

– Este enfoque requiere sentido común. Tomarse el tiempo necesario para madurar las ideas y tener en cuenta las opiniones y el contexto existentes es esencial para poner en marcha un enfoque sostenible.

– Cuestionar regularmente el sistema es esencial para el rendimiento, teniendo en cuenta los contextos interno y externo, así como las expectativas de las partes interesadas.

– No dude en recurrir a una consultoría especializada, sobre todo al principio del proceso. En función del contexto, le ayudará a entender y comprender mejor los requisitos de la norma relativos a su organización y su sector.

En resumen, la certificación ISO 9001 es una auténtica herramienta estratégica que representa un paso real hacia el futuro a largo plazo de una empresa, siempre que se considere una palanca de mejora y rendimiento. Además, la norma ISO 9001 evoluciona en función del contexto internacional y se revisa periódicamente para adaptarse a las cuestiones que nos preocupan a todos.

Así pues, sin seguir el camino de la certificación, algunas organizaciones deciden implantar y aplicar los principios de la norma ISO 9001. Estos principios constituyen la base central de muchas normas ISO: 14001, 45001, EN 9100, ISO 15189, etc.

Entonces, ¿se trata de un proceso de certificación o simplemente de un proceso para establecer un sistema de Calidad / QHSE?

Esto requiere valor y audacia.

Un proyecto empresarial de este tipo puede verse facilitado en gran medida por la aplicación de una herramienta digital estructurada.

El software de calidad con gestión electrónica de documentos integrada garantiza el cumplimiento de las normas y el principio de mejora continua.

También garantiza la trazabilidad, la eficacia operativa y la comunicación: una forma divertida y colaborativa de implicar a todos los miembros de la organización en la construcción y mejora del sistema.